Si hay algo que odio del verano, más allá del verano en sí mismo, es lo mal que le sienta a mi organismo. La culpa la tuvo, creo, mi madre (cómo no!), que nos ha acostumbrado desde pequeñas a playa todo el verano y, cuando a mis 27 años le digo yo a mi cuerpo que toca Jaén y trabajar, pues éste se rebela y me hace un corte de manga, fundamentalmente en forma de migraña.
Por desgracia para mi, sufro migrañas con aura desde los 8 años. Me acuerdo perfectamente como, estando en la clase de la señorita MªFe, empecé a ver raro (esa especie de lucecitas previas al dolor de cabeza que son una mezcla entre estar deslumbrado y estar bizco, que no entiende nadie más que aquellos que padecen el mismo problema).
Me asusté muchísimo, porque veía como desenfocado, como distinto por cada ojo... y yo a mi más tierna infancia, qué iba a saber?? Recuerdo que pensé que me había dado un aire y me había quedado bizca (daños colaterales de esas chorradas que nos dice la sabiduría popular), así que le pregunté a mi seño varias veces si estaba bizca... La seño pensaría que mi madre me había echado anís en el colacao y lo que estaba era borracha, porque varias veces me acerqué a su mesa a preguntarle... así estaría de asustada, con lo cortada que yo era!!
Tardé muchos años en encontrar un médico que me entendiera, me diagnosticara y me tratara correctamente. Cuando lo encontré, fue todo un alivio... aunque gracias a Dios no es algo diario, sí que condiciona ciertas épocas de tu vida (nunca olvidaré mi primer Septiembre de carrera, donde me daba unas 4 veces al día...).
Pero no me quejo. He aprendido a vivir con esta herencia materna, y a día de hoy me lo tomo con filosofía. Vale, venga, siendo sincera... unas veces más y otras menos (estas menos suelen coincidir con mis días laborales, más que con los de libranza, porque los que estoy libre puedo dormir y cuidarme para hacerlo más llevadero).
Esta semana toca iniciarla con migrañas... empecé el sábado, y sé que cuando toca, al menos en mi organismo, repite unos cuantos días hasta que decide dejarme en paz. Así que me armaré de paciencia e intentaré sobrellevarlo como mejor pueda. Los lunes son odiosos.
lunes, 30 de junio de 2014
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Los lunes son odiosos de por sí, ya lo dice la canción: "I don't like mondays", así que no me extraña que entren dolores de cabeza y todos los males. Eres muy positiva soportándolos desde tan pequeña. A mí me dieron sobre todo en la época de adolescencia y primera juventud, migrañas que no paraban, fortísimas, creo que iba asociado al estrés del estudio. Se me quitaron con 20, pero te entiendo porque eran realmente espantosas.
ResponderEliminarYa se me había olvidado y este año estuve un mes otra vez con dolores diarios. Es horrible y como bien dices sólo quien lo sufre sabe lo que es. Afortunadamente se me ha pasado. Puede haber mil factores que los disparen, pero tengo muy claro que uno de los mayores es la preocupación y el estrés, así que relajación y a pasar el verano tranquila :)
Saludos.
Coincido contigo, entre los múltiples factores que desencadenan una migraña está el estrés... y, aunque no todo corre de nuestra mano, intentaré hacerte caso y disfrutar unos díitas de tranquilidad estival.
EliminarGracias por pasarte por aquí, un besote!