miércoles, 30 de abril de 2014

Disfrutando de las pequeñas cosas: Celebraciones familiares

Hoy es el santo de mi hermana y, aunque la mayor parte de la gente no sabe ni cuando es su propio santo, en mi familia hemos sido siempre muy de santos. De hecho, mi abuela nos daba siempre más dinerillo cuando era nuestro santo que en nuestro cumpleaños... recuerdo que siempre me chocó, pero nunca dije nada (fueran a igualarse a la baja!).

Pues eso, hoy toca celebración y regalitos para la niña. Probablemente me haga más ilusión a mi que a ella...

He de reconocer que cuando éramos más pequeños todo era mucho más especial. Ese día mi madre hacía la comida preferida del que celebraba su santo, compraba tarta, había un montón de regalos y luego por la noche nos juntábamos con toda la familia (tías, abuela, primos) a celebrarlo con una buena comilona. 

La pena es que hemos crecido, algunos de los que estaban en esas celebraciones ya no están con nosotros (seguramente lo sigamos celebrando juntos, pero no de igual manera) y los trabajos, las distancias y las diferencias nos han ido separando. Los santos han pasado a ser un día más ordinario que hace veinte años.

Afortunadamente, tengo la suerte de tener una madre muy fan de todo este tipo de celebraciones. Creo que la familia en general siempre ha sido muy de celebrarlo todo (no podéis imaginar las que liábamos...), pero mi madre en particular siempre ha tenido ese espíritu de "aprovechemos ahora que podemos celebrar, hay un motivo y hay posibilidad para ello". Es algo que me encanta de ella, y que probablemente yo haya heredado también, aunque sea una característica en proceso de desarrollo dentro de mí, todavía.

Gracias a esta mami fiestera, hoy nos juntaremos a comer o a cenar, en casa o en cualquier barecillo cercano, y comeremos tarta helada. Sólo los de la casa, los que quedamos, pero quizás también los que importan de verdad. Y los motivos para celebrar van más allá de que sea santa Sonia (a fin de cuentas, qué mérito tiene, si ni ella misma eligió su nombre??). Celebramos que estamos vivos, que nos llevamos bien, que podemos tener un detalle con la santa, que podemos disfrutar y reír juntos, porque hay salud y hay medios económicos para ello.

Nunca antes lo había visto de esta manera... pero analizarlo, analizar y descubrir todo lo que hay que celebrar hoy me pone muy, muy contenta!

2 comentarios :

  1. Cualquier excusa es buena para celebrar algo o marcar algo especial en el día a día.
    Mi madre también es muy de estas cosas, de fijarse en los pequeños detalles :)
    Por ejemplo, este fin de semana me presenté a un concurso de pintura rápida (no gané, pero tampoco me importó porque sólo quería presentarme una vez en la vida) pero cuando llegué a casa, encontré encima de mi cama un paquete envuelto en el que ponía "1er premio de pintura rápida". Mi cara fue un poema. No lo esperaba. Fue una tontería (bueno, no tan tontería, que fueron mis galletas favoritas)

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    1. Me encanta tu madre :)
      Cada vez queda menos gente que te alegra la vida con pequeños detalles. Es una suerte que nuestras progenitoras pertenezcan a esta raza en extinción.

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