lunes, 28 de abril de 2014

Motivo 5: Apoyos externos

Parto de la base de que es un error esperar que algo o alguien ajeno a ti solucione tus problemas o te proporcione el tan ansiado bienestar y felicidad. Es algo que nos hacen creer desde chiquitos, y que de mayores (al menos a mí) nos genera bastantes problemas.


Leí hace poco por ahí que la felicidad es algo que se genera dentro de nosotros, o debería. Que va de dentro a afuera, y  no al contrario. Me llamó mucho la atención: yo siempre he buscado llenarme de felicidad, no producirla yo misma. Y en ello estoy...

Aún así, hay días que las fuerzas flaquean y uno pide socorro, consciente o inconscientemente, buscándolo o sin querer, a gritos o mediante gestos. Y, si bien no siempre encuentras alguien que responde a la llamada, casi siempre suele existir algo o alguien que aparece por arte de magia y contribuye a que te sientas una chispitita mejor.

Esta mañana pensaba sobre eso... en la capacidad que tengo para buscar lo malo dentro de lo bueno. Cuando me siento mal, busco apoyos (sí, ya he dicho que no se debe hacer esto, pero no he conseguido cambiarlo del todo todavía). Pero no me conformo con buscar apoyos así en general, no. Yo quiero apoyos concretos. Y si la vida, el mundo o el destino no me los da (porque tal persona no me llama, la otra no me coge el teléfono, la otra está en casa y la otra trabajando) me enfado y me recreo en mi mala suerte y en lo mal que me trata la vida.

Y, generalmente, no me doy cuenta de otras cosas buenas que están pasando al tiempo que ésta no tan buena. Por un lado, es bueno para mi esa no inmediatez/disponibilidad de aquello que busco, porque me fuerza a buscar la solución o el bienestar por mí misma, sin esperar a que esa persona que yo quiero me solucione la vida. Y, por otro, casi siempre la vida te bendice por otra parte, proporcionándote otras personas que, si bien no creías que fueran a ayudarte, lo hacen casi mejor que las que tu esperabas.

No os ha pasado nunca? Encontraros por la calle con alguien que no esperabas, pero que te cuenta algo que tu necesitabas oir... alguien que no está al tanto de tus rollos pero sin cotillear en ellos te tiende una mano... alguien que te abraza sin preguntar... en definitiva, gente que sin ser pilar de tu vida, se convierten en esenciales por un momento y te hacen un regalo muy valioso: su tiempo, su escucha, su cariño, su abrazo, su sonrisa.

Qué tontería preocuparse por encontrar apoyos concretos, cuando SIEMPRE la vida te echa un cable y te manda justo lo que necesitas. Y qué desagradecida soy de no valorarlo y sentirme FELIZ por ello.

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