Domingos motivadores (13)

Este domingo os presento mi nuevo fondo de pantalla (bueno, el mío lo tuneé yo, pero como está peor que el original, os muestro el más bonito, que lo que cuenta es el mensaje).

Bueno, yo difiero un poco de este pensamiento. Como buena farmacéutica que soy, creo que hay una medicina mejor para dejar de sufrir: las benzodiacepinas. Pero creo que con ellas ni sufres, ni sientes, ni disfrutas de lo bueno ni de lo malo... y yo, a día de hoy, prefiero no aletargarme, y seguir sintiendo la vida como toda veinteañera que se precie, con sus luces y sus sombras. 

Pero sí que creo, porque lo he vivido, que la actitud hace muchíiiisimo: los problemas no los controlas tu, por desgracia, lo que te toca en el reparto de la vida te tocó. Pero se puede elegir llorar sentada en una silla esperando a que la gracia divina se apiade de tí, o puedes intentar focalizarte en lo poco o mucho que sí que va bien (que siempre hay algo, aunque no lo parezca) y disfrutar de ello como si fuera lo más.

Está claro que esto, en determinadas situaciones, es más que difícil... pero estando de morretes, dándole infinitamente vueltas a la cabeza hasta que se te desencaje del cuello (en plan niña del exorcista, si), llorando y pataleando no ganas nada... salvo una buena congestión nasal y un dolor de cabeza curioso.

Así que esforcémonos un poquito, intentemos hacernos la vida más fácil a nosotros mismos (con los demás cuesta menos, eh?) e intentemos pensar en cosas bonitas para sonreír más. Por ejemplo, que hoy es domingo, que es puente, y que tengo todo el día por delante para hacer lo que quiera... hasta yo no trabajo hoy, yujú!