Disfrutando de las pequeñas cosas: Descubrimientos

Esto de leer blogs se está convirtiendo en un problema...

Mi mejor forma para seguir los blogs que me gustan o que me parecen interesantes es por suscripción al correo electrónico. Seré antigua, pero no sé manejar bien eso de los feeds, Bloglovin lo conozco de oídas pero me niego a tener otro programita más, y el lector de blogger.. pues poco lo uso, la verdad.

Es por esto que pedía en este post encarecidamente activar lo de las suscripciones, please!! El blog que no tenga esta opción, por mucho que me parezca interesante, no lo sigo, porque es que no puedo llegar a más... y sé que me pierdo bastantes cosas, pero en fin.

El caso es que cada día, entre mi correo personal, el del trabajo (para el cual sigo otro montón de blogs también), propagandas varias y demás... puedo tener unos 100 correos en mi bandeja de entrada. Los lunes ya, después de todo el finde sin tocar esto, multiplica...

Así pues, paso mucho, mucho tiempo de mi vida diaria leyendo post o, al menos, clasificándolos para leerlos posteriormente. Sé que esta no es la forma correcta de hacerlo... supongo que habrá una forma mejor, pero soy novatilla en este mundo laboral y personalmente, y de momento no doy para mucho más... Sé que poco a poco iré haciéndolo mejor, ya os contaré. Al menos, que sepáis que si comento un post vuestro 2 meses después, no es que esté tarumba... es que no lo he leído hasta entonces, ains!

El caso es que no puedo desengancharme... y no quiero, porque hay días que encuentras cosas estupendas. Me encanta leer a gente con las mismas inquietudes que yo, que me hace reír cada día, que puedo llegar a imaginar en su vida diaria, que puedo discrepar de un tema pero abrir mi mente con nuevos puntos de vista...

Hoy me he sentado un rato a leer post atrasados (voy leyendo cosas del ébola, imaginaos el retraso que llevo de un mes o así!) y he descubierto algo muy a propósito de mi situación actual. Me viene muy al pelo. Os transcribo a continuación las palabras de Nelson Mandela, pero para no adjudicarme méritos que no son míos, lo saqué de aquí.

Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos inmensamente poderosos.

Es nuestra luz, y no la oscuridad, lo que más nos asusta.

Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?

En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?

Eres hijo de Dios. Jugar a ser pequeño no sirve al mundo.

No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.

Nacemos para hacer manifiesta la gloria del universo que está dentro de nosotros. Esto no está solamente en algunos: está en todos nosotros.

A medida que nos permitimos que nuestra luz se irradie, inconscientemente estamos permitiendo que otras personas hagan lo mismo.

Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás.

No me he liberado de nada todavía, pero al menos ya soy consciente de lo que funciona y lo que no dentro de mí, de qué me falta y que me sobra, de qué cambiar y qué mantener. Me asusta muuucho mi luz, pero espero ser valiente y vencer a todo aquello que me aterra hoy. 

Feliz fin de semana!!