miércoles, 28 de octubre de 2015

Historia de un hogar: La comunidad

He tenido la suerte, sin saberlo, de vivir muchos años sin apenas vecinos: oficinas, mis tías y poco más... lo cual es una alegría. Te ahorras muchos malos ratos, reuniones de comunidad sin fin y gotas de lejía esporádicas en mi colada.

Los años que viví en Granada, en diferentes pisos, también tuve más o menos suerte. Exceptuando el año en que los vecinos nos tiraban al patio todo lo que tenían al sacudir el mantel (cubiertos, pan, huesos de manzana... aquello era de anuncio!), el resto de los años he tenido el enemigo en casa más que pared con pared.


Tras una vida aislada y tranquila en lo que a vecinos se refiere, convivir con los propietarios de otras 33 viviendas se me hace largo y tedioso... En defensa de ellos diré que seguramente se me hubiera hecho cuesta arriba de cualquier forma, pero es que encima mis vecinos apuntan maneras:

- Mi vecino de al lado ha decidido hacerse una terraza y añadirse 20 metros por la cara a su piso de un trozo que no está embaldosado y que pertenece a la comunidad. La excusa es recoger la ropa que se les caiga de los tendederos a los de encima suya. El mero hecho de proponer y explicar así todo esto me da la risa.. aparte de hacerme plantearme qué tipo de persona comparte pared del salón conmigo.

- A la hora de poner el aire acondicionado en la azotea, cada uno lo está poniendo donde se le antoja... lugares habilitados para ello o no, ocupando media terraza para que no quede espacio para el resto... Ahora hay una bonita pelea entre los que lo han puesto bien y los que lo han puesto mal (no me queda muy claro quién tiene la razón en esta lucha), aunque a mi me da igual... yo voy a ponerlo en el balcón porque no tengo 7000 euros para subirlo hasta la azotea, por desgracia.

- También hay un pelea interesante sobre la altura a la que se deben de instalar los tendederos (absurdo total).

- Y un vecino que está haciendo obra desde las 7 de la mañana hasta las 8 de la tarde, sin descanso a mediodía... pese a que se pusieron unos horarios para picar y demás con el objetivo de no molestar al vecindario. Se ve que este vecino es un rebelde... menos mal que aún no vivimos allí!

- Tenemos un duendecillo que rompe cosas: el espejo del ascensor, el detector de incendios, las vallas del garaje... No sé si es el mismo, o hay varios, pero también dejan propaganda por el suelo y porquerías varias... será que no saben que las personas civilizadas no ensucian ni destrozan las zonas comunes.

Así podría seguir contando cientos de historias... en 4 meses que llevamos de propietarios y sin vivir allí más de la mitad del edificio. Pero es que, para estar al tanto de todas estas alegrías, hay un puto maravilloso grupo de wasap que es lo más parecido al infierno que conozco. Si antes odiaba el wasap por si mismo, desde que formo parte de este grupo ahorcaría con mis propias manos al creador de los grupos de mensajería instantánea...

Hoy es la primera reunión oficial de vecinos... La administradora también es para escribir otro post, así que no os desvelaré nada sobre ella más que saber que está a la altura de la comunidad en general.
Es una pena que yo esté de baja y no pueda ir... Que Dios coja confesado al Pequeño, que encima he sido una penca y lo dejo solo ante el peligro, jiji!!

2 comentarios :

  1. Temo a las comunidades las reuniones son tremendas!!besos

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    1. Yo las temo y las odio, ambas dos, jajaja!
      Besotes!

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