Empiezo por decir que me encantan los días nublados. Aunque estas semanas apenas pueda verlo desde mi ventana, soy infinitamente más feliz en otoño, con sus lluvias, su airecillo y su fresquete, que en verano, sudando a chorros y con un calor que te quita las ganas de vivir.
Aún así, hay días y días... y yo hoy me he levantado nublada, como los últimos días que nos han acompañado. Cargada de nubes con ganas de descargar en un torrente de lluvia... a ratos me parece la única forma de dejar asomar el sol otra vez. Pero al mismo tiempo, dudosa, porque no sé si prefiero estar nublada todo el día dudando entre el sí y el no, antes de que salga el sol y arreglarme.
Nunca, por suerte para mí, había estado en reposo mucho tiempo. No había tenido que hacer frente a una recuperación larga, careciendo de información clara sobre mi estado y sobre qué tengo que hacer para estar mejor. Hace tiempo que no tenía tanto tiempo libre, y tan pocas ganas para acometer aquellas tareas que dejas para cuando tengas un hueco.
Y se me está haciendo largo. Para ser justa conmigo misma, diré que me estoy sorprendiendo a mí misma y en general lo llevo bastante mejor de lo esperado. De lo que yo esperaba y de lo que los demás esperaban de mí también. Mi madre dice que todo este problema me ha cambiado el carácter para bien. No había caído, pero quizás hasta lleve razón...
Hoy vuelve a dolerme un poco la pierna después de algunos días sin hacerlo. No es dolor... mi umbral de dolor ha cambiado considerablemente después de esta experiencia! Pero sí es una molestia, con todo lo que ello conlleva: para mí, que hago un esfuerzo por no pensar y por dejar que pasen los días con una sonrisa en la cara y en el alma, supone un retroceso. Cuanto menos, un no avance... y eso desespera.
Supongo que una recuperación es esto: tiempo, calma, tres pasitos para delante y uno para detrás, caerse y levantarse, coger fuerzas tras perderlas todas.... Como la vida misma, pero concentrado e intenso. Demasiado.
Prometo volver más positiva... como ya he dicho, estoy más en la parte alta que en la baja la mayoría de los días... pero hoy necesitaba este desahogo. Hasta la felicidad necesita un kitkat.
Hola guapa! Mucho animo, hay que tomarse las cosas con positividad. Un beso enorme
ResponderEliminarSe intenta, se intenta... pero, aunque voy haciendo mis pinitos en cuanto a ser positiva, mi tendencia es otra, y a veces aparece planeando sobre mi cabeza a tocarme las narices, ains.
EliminarUn besote!
Yo estuve de reposo una vez durante 2 meses... por una hernia. Y es horrible. Pero el otoño con sus días grises tampoco ayuda al buen humor, así que espero que salga un poquito el sol, tanto concreta como metafóricamente. Ánimos!
ResponderEliminarGracias! Es mucho más duro de lo que pensaba, aunque en general lo llevo mejor de lo que creía... pero esta semana me tiene harta... ojalá vengan tiempos mejores!
EliminarUn besote!
He encontrado ahora mismo tu blog y tengo que decirte que es un espacio encantador, me ha entusiasmado todo, asi que para no perderme ninguna entrada me hago seguidora ahora mismo!!
ResponderEliminarTe invito a dar una vuelta por mi rinconcito, espero que tambien te guste!!
Un Saludo
Gracias por pasarte por aquí, y por tu comentario.
EliminarPrometo devolverte la visita, un beso!
Estos días de bajones los tenemos todos, pero que sigan ganando los positivos, siempre! Un abrazo.
ResponderEliminarhttp://elchicodelmetro.blogspot.com.es/
De momento ganan los buenos... aunque esta semana me está costando mantener los malos a raya, ains!
EliminarUn besote!
Mientras esté nublado no pasa nada. El problema es cuando termina descargando. Y no me vale que resulta muy bonito visto desde la ventana al calor de la chimenea, porque normalmente hay que salir a la calle.
ResponderEliminarA ver si va a pasarte como a mí. Lo llamaba molestia y terminó siendo una perforación de estómago.
Besos.
Ains, bastante hipocondriaca soy yo ya para que me des esos sustos!! El jueves que viene voy al especialista, lo espero como agua de mayo...
EliminarMe ha encantado tu comentario, me has sacado una sonrisa.
Un besote!