miércoles, 24 de mayo de 2017

Votos matrimoniales

Nunca me planteé esto de los votos... al cura de la parroquia donde me casé le hubiera dado un parraque sólo de oirme proponerlo.

Aún así, siempre me ha parecido precioso esto de dedicarle unas palabras propias a la persona con la que quieres compartir el resto de tu vida...

En estos días he leído los votos de Risto, un personaje que me llama la atención, a veces de forma positiva y otras tantas negativamente, pero que no me deja indiferente. En esta ocasión, tampoco lo ha hecho...

Os dejo los votos aquí, por si queréis leerlos si no lo habéis hecho ya. A mi me han encantado.

Pero si yo hubiera escrito unos votos, creo que hubieran sido algo más del estilo de los de la vecina rubia (este personaje sí que me gusta SIEMPRE, y me hace reír a carcajadas):

**Los votos de Risto Mejide en versión rubia.**
Sí quiero que me manches las gafas de tinto de verano cuando se te sale por la nariz porque he dicho algo muy gracioso.
Sí quiero que me castigues sin usar los filtros de Snapchat y no saber hacerme un selfie sin orejas y hociquitos. Tú. A mí.
Sí quiero ver cómo mi pelazo crece aún más rápido que mi flequillo, que ya es decir.
Sí quiero que me abraces y dar saltitos de ilusión casi tan alto como cuando vamos por la calle en verano y veo una cucaracha.
Sí quiero decir que no voy a comer postre pero luego me como el tuyo, el de la pareja de la mesa de al lado y un chupito de Patxarán pero en copa de balón.
Y hacer lo mismo con el vino.
Y que encima le hagas creer al camarero que no voy piripi cuando ya me he tirado dos copas por encima.
Sí, quiero tu pasta de dientes siempre abierta y poder seguir estrenando yo el champú que me acabo de comprar aunque tenga otros cinco abiertos.
Sí quiero que todas mis lágrimas contigo sean de purpurina.
Sí quiero mirarte a esos ojazos y pensar ¿por qué me mira tanto, estaré despeinada?
Sí quiero besar tus tatuajes aunque sólo tengas uno pero en plural queda mejor.
Sí quiero Roma, sí quiero Cuenca, sí quiero Madrid, sí quiero Bilbao, sí quiero otra copa.
Sí quiero estar prohibida en siete estados de Norteamérica.
Y aluciflipar en colores con filtros de Instagram.
Sí quiero quedarnos dormidos en tu casa recenando pasta.
Pero también los nuggets que nos prepara Ronald McDonald.
Sí quiero tu forma de jugar con mis muñecas y de hacerlas sentir que tienen pelazo.
Sí, quiero cada una de nuestras reconciliaciones, porque algunas veces nos reconciliamos dos veces.
Sí, quiero que sepas que madurar es darte cuenta de que si tiendes bien, planchas la mitad.
Sí, quiero hacerte reír con mis rubieces.
Y con mis queridos diarios.
Sí quiero tu manera de decirme que en realidad la rubia eres tú.
Sí quiero aprender a quererte cada día un poquito mejor y aprender a decir mi teléfono de dos en dos porque sólo me lo sé de tres en tres.
Sí quiero decirle al mundo que el amor no entiende de rubias, de morenos, de exclusivas ni de portadas, como tampoco le importan los megustas ni los followers.
Sí alla libertá.
Sí all’amore.
Sí alla vita.
Sí alla seduzione.
Sí a me stessa.
Claro que sí, guapi.




2 comentarios :

  1. risto mejide tiene cosas que me gustan más que otras, pero hay que reconocer que es un tío muy inteligente.
    la del tinto de verano es un poco asquerosa, la verdad. :P y la del postre... no me gusta esa gente que se hace la estrecha diciendo "oh no, yo postre no tomo", y te hacen sentir como un tragaldabas porque tú sí pides postre.
    besos!

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    1. Nunca se te ha salido la bebida por la nariz al reirte mientras bebes, Chema?? A mi es que me ha pasado un montón de veces...
      Y si, yo soy de celebrar comiendo, ya lo he comentado por aquí alguna vez, y me da coraje la gente que no se excede nunca en cuanto a la comida...
      Besitos!!

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