Motivo 74. Despedida de soltera

Lo he dicho muchas veces, y conforme van pasando los días me reafirmo en mi idea. 

Una boda, como todo en esta vida, tiene sus momentos. En estos meses he llorado mucho, me he reído más aún y, sobre todo, he aprendido una barbaridad. Y lo que me queda, que pronto comenzamos el sprint final!!

Este finde ha tocado mi despedida de soltera. Absolutamente genial. Ha sido muy bonito, porque sabía que era complicado... y esos pequeños momentos en los que mirabas a tu alrededor y te veías rodeada de tanta gente importante para tí... no se pagan con nada.

Decir que no me lo esperaba sería mentir... Con el handicap de trabajar los findes, era sota-caballo-rey lo que tenía yo de tiempo disponible para estos menesteres... De hecho, el Pequeño se despidió hace 2 meses, y yo un poquillo más y me pilla el toro.

 Estoy de vacaciones este finde pasado y los dos siguientes, no había mucho más... Pero tenía mis dudas. Porque todo el mundo lo ha hecho genial, a nadie se le ha escapado nada (con las altas probabilidades que había de que ocurriera una catástrofe en ese sentido), mi Pequeño ha estado sublime como siempre (con los días que le he dado de ponerle la cabeza como un bombo con el tema...) y todo vino casi casi de improvisto.

No soy muy de contar y enumerar las miles de cosas que hemos hecho... Lo que se suele hacer en un evento de este tipo, pero las actividades en sí, bajo mi opinión no son lo que lo hacen especial.

Para no dejaros con la miel en los labios: he hecho gimkana de pruebas, hemos hablado de cosas íntimas, hemos hecho test tipo Cosmopolitan, he ido con mi pollita en la cabeza, me he montado en barco, me han llevado con los ojos tapados, he visto tíos cruasanes de esos que a mi en particular me dan un poquillo de grima, he bailado, he reído, me han regalado cosas por la calle, me he hecho fotos con un montón de gente... y he bebido y comido más de lo que mi futuro traje de novia me permite (ains!).

Pero lo cierto es que todo eso se queda corto cuando piensas que amigos tuyos de Córdoba, Jaén, Almería, Madrid, Granada, Málaga y Sevilla, muchas sin conocerse, cada una de su padre y de su madre, con sus situaciones y peculiaridades, se han puesto de acuerdo para pasar un finde conmigo. Sin contar el esfuerzo de tiempo y de dinero, han puesto sus ganas y su ilusión para hacer de este día un día especial. Me siento privilegiada.

He aprendido y me han sorprendido cosas. Me quedo con dos. Por un lado, lo que puede dar de sí la gente. Por otro, la vergüenza que me da ser el centro de atención. Porque soy mucho de hacer el moñas por todo, pero desde la tercera fila... en el centro me pongo nerviosita.

En fin, que hoy es uno de los peores lunes que recuerdo, porque me duele la cabeza y hasta el alma. Pero he amanecido con una sonrisa. Un lunes! Qué más se puede pedir??