viernes, 2 de septiembre de 2016

Motivo 71: Trabajar es un placer

Creo que hice una entrada similar el año anterior, porque era un lustro, un número más redondo que parece que merecía más un post... pero hoy vuelvo a ser consciente (los recuerdos del FB te refrescan la memoria) y no podía dejar pasarlo sin más.

Seguramente este año no me salga una entrada tan positiva... En la vida, todo son épocas; en lo laboral, también. Y, aunque no esté pasando mi peor momento (los malos momentos son muy, muy malos) tampoco estoy en fase de euforia farmacéutica.


Hoy cumplo 6 años trabajando. Trabajando en general y en particular. 6 años donde ha habido de todo... pero no puedo sentirme más que afortunada, con la que está cayendo y con lo que veo a mi alrededor.

Privilegiada por trabajar de lo mío, aún con un horario extraño y difícil de combinar con la vida social, pese a un sueldo bastante lejano a lo que socialmente se cree que gana un farmacéutico, a pesar de trabajar menos horas de las que me gustaría. Suertuda por poder trabajar, simplemente.

He tenido rachas de subidón, en las que creo que mi profesión es la más bonita del mundo. El contacto con la gente, ayudar a las personas, ver que lo que has estudiado sirve para algo... ponerte a prueba a ti misma y superarlo con creces, sorprenderte. Echarle ganas y ver que eso sirve, que funciona, que es mejor de lo que pensabas. Ser feliz en tu trabajo... porque se puede ser feliz trabajando, yo lo he sido muchas veces. Y ser feliz 12 horas seguidas un domingo es mucha tela, os lo aseguro...

Como todo tiene su cara y su cruz, también ha habido épocas más regulares... De estar a disgusto, disconforme, de preguntarme qué hago allí, porque no avanzo, si debí estudiar otra cosa... Días en los que te planteas opositar y volar, o te arrepientes de no haber hecho o de no empezar a hacer algo que te vuelva más ambiciosa y menos conformista. Rachas en las que 12 horas se multiplican y parecen 36... aderezadas con todo lo duro que tiene trabajar de cara al público en un sector en el que hay tanto tantísimo por lo que protestar... Y lágrimas, porque soy muy llorona, porque da ansiedad esa forma de trabajar y no puedo desahogarme de otra forma, porque le doy demasiadas vueltas a todo y eso me supera a veces.

Suelo implicarme demasiado en mi trabajo. Me pasa en la farmacia y me pasa en las clases particulares. No sé hacerlo de otra forma, me lo tomo muy a pecho, como si fuera algo personal: como si fueran mis propios exámenes y mi futuro en un caso, como si yo fuera a heredar el negocio en éste que nos ocupa. Eso da muchas alegrías, y también muchísimos disgustos. Porque de cuando en cuando te pegas unas hostias impresionantes... Y yo, que no soy mucho de volar porque no estoy acostumbrada, cuando cojo altura... después me hago mucha pupa.

Este año estoy muy zen con respecto al trabajo, y he descubierto que eso me va bien. No puedo dejar de implicarme, no sé como se trabaja sin ponerle sentimiento... pero procuro relativizar mucho, y verlo desde fuera. Siempre he pensado que el trabajo, por mucho que te guste, es un medio, no un fin... y procuro recordármelo de vez en cuando. Centrarme en mi vida personal, que sí que avanza y me hace feliz... y esperar que vengan mejoras laborales sin frustrarme. Esforzarme yo, hacer lo que está en mi mano... y confiar en que ya llegará lo que sea bueno para mí.

Parece mentira... 6 años de nuevas vidas, de gente que se ha ido, de petardos que me ponen negra, de luces en la oscuridad... personas que han sacado lo mejor y lo peor de mí... y que sean muchos más!!

6 comentarios :

  1. la profesión de farmacéutico, supongo que tiene días mejores o peores. una amiga mía que es farmacéutica nos cuenta anécdotas divertidas y otras que no lo son tanto... qué te voy a contar yo a ti que no sepas. ;)
    lo bueno es que es una profesión en la que tienes claro cuál es tu cometido. no es como cuando estudias una ingeniería y luego tu trabajo no sólo no tiene nada que ver con la carrera sino que además te mandan unas tareas absurdas que no van a ninguna parte...
    besos!

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    1. Historias tengo para dar y tomar, eso si que es cierto... Y he de reconocer que me hacen más reír que llorar. Con lo otro no estoy tan de acuerdo: lleva un montón de trabajo que no tiene nada que ver con lo que has estudiado y que, en la práctica, puede hacer casi cualquiera... Eso, si te paras a pensarlo, también frustra. Lo bueno es que apenas lo pienso, jajaja!
      Un besote Chema!!

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  2. Pues "nuestra" farmacéutica es más maja que las pesetas también fía. Nunca tienes problema para nada y siempre te recibe con una sonrisa, así da gusto. Me hice colega de su empleada cuando fui a por cosas para el Camino de Santiago y desde entonces cada vez que me ve me dice que cuando vuelvo. ¡Debe pensar que es como ir a merendar al campo!

    Lo de implicarte mucho... me suena. Supongo que es la personalidad y que después de tanto tiempo no sabemos cambiar. Yo he llegado a pasarlo muy mal, y en ciertas cosas he cambiado tanto que no me reconozco, sobre todo en largar de mi vida a gente que no merece la pena. Estoy cansadita de darlo todo por gente que no lo merece y que contesta con bufidos, y fía yo para que me despeinen ya tengo al viento. Qué quieres que te diga.

    Aunque tengas tus más y tus menos, eres afortunada. Ojala pronto yo pueda decir lo mismo. Un besote!

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    1. Es que somos el segundo gremio más valorado en España!!Y con lo que hay por ahí suelto, otros tenemos que esforzarnos para compensar, jajaja! Es bromica!
      Ojalá que sí, que podamos compartir fortuna, te lo deseo de corazón.
      Un besito!

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  3. Mi hermana pequeña es farmacéutica. Primero hizo el FIR que no le sirvió para nada porque después de 4 años en el hospital resulta que no se quedaron con ninguno. Entró en la Agencia del medicamento como contratada laboral y hace unos meses ha sacado la oposición tras 3 intentos y mucho estudio. Ahora, apunto de hacer los 34, por fin consigue estabilidad laboral...
    Trabajar en farmacia lo probó muy al principio pero no le gustó. Así qué suerte tienes de que a pesar de todo, te guste.
    Un beso

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    1. Yo me negué a hacer el FIR porque tengo claro que si estudio más es para una plaza fija, aunque no sea de lo mío. Quizás soy poco ambiciosa en ese sentido, y me da coraje... pero valoro más lo personal que lo profesional.
      Trabajar en oficina de farmacia no está bien pagado ni valorado ni renta a nivel económico ni de horario... pero tal y como está la vida... Intento quedarme con lo bueno que te da la gente (también da malo, pero eso lo obviamos que sino...).
      Aún así, ojalá algún día me anime igual que tu hermana! Menuda valiente!
      Besitos!

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