lunes, 3 de octubre de 2016

Disfrutando de las pequeñas cosas: Peinados.

Desde que empezamos a preparar todo esto del bodorrio, no sé porqué pero hemos acabado empleando mucho más tiempo en las cosas para los demás que en las nuestras propias. Sobre todo yo, porque el pequeño me ha salido delicadito y no tengo más que decir que se compró sus zapatos de novio la semana pasada... No por dejadez, como puede una suponer, sino porque no encontraba nada que le gustara. Igualita que yo, que si tardé fue porque no encontraba nada con poquito tacón (se ve que las novias normales o son bajitas o se casan con tallos, ni uno ni otro es mi caso) y me acabé comprando lo primero que pillé más o menos...

El caso es que he tardado poco en decidir todo sobre mi atuendo. En parte porque soy decidida en mi vida diaria, y también porque soy pragmática en ese sentido y no tengo tiempo ni ganas de dedicarle una atención excesiva a ciertas cosas con todo lo que tengo encima.


Todas las novias van guapas, yo no voy a ser una excepción. No soy hortera, no soy fea de dar susto tampoco... e igualmente no tengo un cuerpo de infarto ni una cara que llame la atención. Para mis tías y mi madre iré preciosa (espero que para mi novio también) y quien me quiera me sacará virtudes y quien vaya a criticar me sacará defectos, que los habrá. Nuestra suerte es que a la boda apenas va gente por compromiso, y creo que los criticones serán los menos.

Entre todas las cosas de mi atuendo, pensaba que el pelo me iba a dar más guerra y por fortuna no ha sido así. Yo tengo un pelo muy agradecido, un rizo bonito y moldeable... lo que la gente persigue tras horas de peluquería y se le cae a la media hora de salir por mucha laca que le pongan... Con una buena materia prima, aumentan las posibilidades de éxito.

Pero precisamente porque tengo un pelo agradecido mi relación con las peluquerías es nula. No tengo un peluquero de confianza, porque para las bodas me ateo yo como buenamente puedo. Cierto es que tengo cierta gracia para eso (hubo una época que me cortaba yo misma el pelo y todo), pero también con san google hacerse un moño bonito teniendo tiempo y ganas no requiere tanta destreza.. y puesto que las últimas veces que he ido a la pelu para un evento he salido horrorizada después de gastarme el dinero (véase la boda de mi primo, que me dejé llevar por la importancia del evento e iba que parecía las azúcar moreno en Eurovisión...), ya no he vuelto a caer.

Y llegó el tema boda. Si se casara mi hermana, no lo dudaría y me peinaría yo porque es que voy mejor. Pero peinarme yo misma en un día así... me pareció excesivo. Así que me puse a buscar como loca peluqueros y peinados.

Para el peluquero, después de comprobar como se suben a la parra cuando nombras la palabra "novia", tuve claro que no iba a gastarme 200 euros porque creo que mi pelo no lo necesita. Tras hablar con el peluquero de mi madre y ver que entraba dentro de la idea que yo tenía de lo que gastarme en este menester, le dije que sí. 

En cuanto a peinados, busqué por internet cosas que me gustaban (suelo guardar peinados para luego hacerme cosas parecidas, es algo que forma parte de mi Diógenes digital) y tenía una carpeta llenita... y todos los peinados me los dejé en casa el día que fui a la prueba. Porque así vivo yo, a lo loco, con la cabeza en los pies!!

Realmente fue mejor así. Yo expliqué así a grosso modo lo que quería, ocurrió el milagro de que el peluquero me entendió y me hizo caso, me dejé llevar... y a la primera señores!! No tuve que hacerme más pruebas, porque lo primero me gustó bastante y a mi madre también. Como decía al principio, no voy espectacular, no es algo fuera de lo común... pero yo tampoco lo soy. Podría ir mucho mucho peor, incómoda, y con los nervios crispados después de 14 pruebas fallidas.

Aún siendo una loca de las bodas, he aprendido que a veces alcanzamos un ideal, o aspiramos a alcanzarlo, que es prácticamente imposible... porque no puedo verme de novia con el mismo tipo que tiene Letizia Ortiz porque peso 40 kilos más que ella... soy más alta y luzco más saludable, cierto es, pero seguramente a mi se me vean unas lorcitas que a ella no... Me he dado cuenta de que más vale disfrutar de lo que hay y potenciarlo, que amargarme la vida aspirando a algo que no voy a lograr... y que quizás no resulte luego tan maravilloso, porque no soy así ni me pega eso (quien no se consuela es porque no quiere, jajaja!!).

Dicho esto, quiero terminar mi post con algunas fotos de mis superpeinados ideales que recolecté en estos meses... para no borrarlos sin más, para facilitarle la vida a alguien si le sirven, para despistar acerca de cómo voy realmente... y para tenerlos en un futuro cuando vuelva a peinarme yo, jajaja!!















Podemos hacer una porrilla e ir votando el que os parezca más bonito, os animáis? ;)

4 comentarios :

  1. seguro que vas muy guapa con cualquiera! yo voto por el de la octava foto, recogido pero con un rizo suelto intencionadamente, que queda muy simpático.
    pues si te apañas sin peluquerías, bien por ti. ese dinero que te ahorras, además siempre te cortan más de lo que les pides...
    besos!!

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    1. Lo importante es sentirse guapa, creo, y supongo que la mayoría de las novias se sienten así llegado el día. Espero no ser menos!
      Besitos!

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  2. Vas a ir guapísima, lo sabemos, y ya que no nos pones foto de la prueba, aquí me tienes con ansias locas que al menos nos pongas fotos de la boda. Porfi porfi porfi
    Besines

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    1. Gracias por confiar en mí, jajaja!! Lo prometo, cuando pase la boda os voy a torturar durante semanas con cientos de fotos de lo que estoy preparando, de nosotros, de los detalles... hasta que me quede sin nadie que me lea, jajaja!!
      Un besote!

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