Domingos motivadores (17)

Si no vencemos nuestros miedos: le pasaremos nuestros miedos a nuestros hijos

Hoy no estoy motivadora, más bien estoy reflexiva... con una frase que desde que la leí, y cada vez que la releo en mis notas del escritorio me da un escalofrío.

No soy mami todavía, pero sí que pretendo serlo en un futuro no muy lejano. No creo que se deba estar preparada para serlo... dentro de un orden, puesto que una chavala de 14 años no creo que esté lista para ser madre. Pero, en general, aunque hacen falta ciertas cualidades para ser mamá, creo que la mitad de ellas las desarrollas cuando tienes a tu bebé en brazos y sabes que ha llegado la hora de sacarlo adelante.

De todos modos, de esto hablo desde el más absoluto desconocimiento... es una opinión, basada en lo que creo y lo que veo y nada más. Ya os contaré cuando me llegue la hora, jiji!

Pero sí que cuando leí esto me dio que pensar.. y me dio mucho miedete... porque si de algo estoy llena yo es de miedos, conscientes o inconscientes, y de obsesiones y de chorradas para no dormir. 

Es evidente que nadie le transmite a sus hijos voluntariamente sus defectos o lo menos bueno de él mismo. Pero es igual de claro que los niños aprenden muchas cosas por imitación, de lo que ven, lo que oyen y lo que sienten. Y creo que yo, sin querer, transmito muchas de mis inseguridades.

Podemos pensar, bueno, va, pero también transmitirás cosas buenas sin darte cuenta, no? Claro!! Espero que mis hijos se rían de tonterías igual que yo, que sean medianamente educados, que les guste leer y otras cosas buenas de sus padres, que también las tenemos. En el mismo pack irán la protesta contínua de su madre (o no, es mi propósito número 2!) o el mal genio que lleva en la familia generación tras generación. Y es lo que hay.

Lo que me preocupa es todo aquello que llevamos implícito por traumas o vivencias varias, que puede evitarse, tratarse y solucionarse pero que por miedo o vaya usted a saber qué no solucionamos. Yo con estas características tengo bastantes rasgos malos de mi persona...

No quiero trasmitir cosas malas, y frustraciones y resultados de malas experiencias a nadie, mucho menos a mis futuros hijos. Cada cual que tenga las suyas, y que las viva y aprenda de ellas, eso es inevitable... Tampoco quiero ser una futura madre con una coraza, para que sus niños no vean que es una persona y que siente y padece como cualquier ser humano. Sólo me queda una tercera opción... intentar solucionar mis conflictos internos para que una vez resueltos no me hagan la puñeta ni a mí ni al prójimo (ni a mis futuros miniprójimos, jiji). Es un bueno motivo, no os parece?

Feliz domingo!!