martes, 28 de junio de 2016

Granito: Política

No es mi intención escribir un post sobre un tema que me aburre tanto...

Demasiado tiene ya mi pobre Facebook, que hoy está plagado de gente que se alegra (yo no entiendo de qué) y de gente que maldice a todos los españoles porque somos imbéciles (qué bonito la democracia y qué bien aceptamos lo que quiere la mayoría cuando no es lo que queremos nosotros).

Evidentemente yo tengo una opinión política, unas ideas, unas tendencias... pero no vienen al caso con aquello sobre lo que vengo a reflexionar hoy.

El panorama de este país da un poquito de asco... para mi no hay buenos líderes políticos a los que votar. No veo carisma, no veo confianza ni sinceridad, no veo transparencia, no veo ilusión. Me parece que todos quieren ocupar su silla, ganar su batalla particular, y una vez sentados en el trono, olvidarse de ideas y promesas y olvidar, sobre todo, que ellos eran pueblo antes de estar donde están.

Es triste, pero los políticos reflejan, a pesar nuestro, la picaresca española desde el poder. Yo no pago la zona azul, o evito pagarla... robo a pequeña escala. El que puede colocar a media familia suya, o llevarse comisiones, o desviar fondos, o un sinfín de chanchullos más... lo hace. Y nos quejamos, con razón. Pero lo triste es que muchos quizás lo haríamos con un poco más de poder del que tenemos.

Yo no estoy contenta con lo que hay y, pese a que no me gusta nada de lo que se puede elegir, fui el pasado domingo a votar. A disfrutar de mi derecho, que tanto trabajo costó conseguir a generaciones anteriores. A ejercer mi deber, porque es responsabilidad de todos implicarnos e intentar conseguir un país mejor.

Aparte, me encanta quejarme, es algo que ya sabéis... y me parece que para quejarme he de haber intentado hacer algo. Quejarme sentada en una silla no es justo, no se debe disfrutar de un derecho sin acatar un deber.

Pocas veces he votado con tanta desazón, ni he sabido qué votar hasta 10 minutos antes... Es una sensación triste hasta para mí, que la política no me gusta en absoluto, que se fue a trabajar igualmente después de votar porque mi vida no cambia salga quien salga hoy, por suerte o por desgracia...

No obstante, no entiendo como a casi la mitad del país le da exactamente igual lo que pase. ¿Qué tienes que hacer un domingo en lugar de ir a votar? Se nos llena la boca en redes sociales y bares hablando esto y lo otro, criticando lo que hace el resto, como si tuvieramos la solución... y el día que tienes en tu mano la posibilidad de influir y cambiar el rumbo, prefieres quedarte durmiendo la resaca, o irte a la playa a disfrutar del veranito, o no sé muy bien qué hicieron el domingo tantos millones de personas a las que se la sopla que suba o baje el paro, que se robe o que aumenten los impuestos.

No lo entiendo... y creo que tenemos lo que nos merecemos. 

Estoy segura de que si las elecciones fueran un martes, todos votaríamos para salir del trabajo una horita y así poder desayunar agustito. Esto es España, señores. Pero pónganme el Italia-España y una cervecita fría. Show must go on!


4 comentarios :

  1. Yo llego a la conclusión de que votes lo que votes van a criticate siempre. Si votas al PP por facha y te da igual que hagan reformas, si votas al PSOE igual porque es voto perdido, si votas a Podemos un perroflauta y un vago, y si votas a Cs es otro con el mismo collar. ¿Entos qué coño hacemos?
    A mí la política me cansa. Pero el problema de este país es que no sabemos respetar. Que cada uno vote lo que quiera, pero luego no nos hagamos los ofendidos cuando salimos a la calle a decir que "tenemos lo que nos merecemos" porque ha salido el PP y no le ha votado nadie, porque todos esos que se llenan la boca vacilando de saberlo todo son los primeros que le echan la papeletina. Que me parece genial, pero si tienes boca para ladrar también para asumir las consecuencias. Que no lo vota ni dios pero luego tiene 7 millones de votos. A otra con ese cuento.
    Te dejo que sino me caliento y no echo el freno.
    Besin

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    1. Pues eso digo yo... que no nos gusta nada de lo que hay, que todo es criticar... Y que para criticar, hay que tomar partido (nunca mejor dicho) para disfrutar e incluso maldecir lo votado.
      A mi también me aburre el tema... pero la saturación de mi FB me hizo hablar ayer, jajaja!
      Besotes!

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  2. Totalmente de acuerdo. Yo voté muy mal agusto también en vez de votar con ilusión, lo cual es bien triste, la verdad. En fin...

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    1. Qué penita de país, de verdad... Pero bien por ti por ejercer tu derecho y tu deber de votar!!
      Un besote!

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Gracias por tu comentario!!