miércoles, 18 de febrero de 2015

La película de Febrero: La teoría del todo

No se me da muy bien inaugurar secciones nuevas, porque la constancia me pierde y luego quedan en el olvido. Y como pienso que quien mucho abarca poco aprieta... pero ayer tarde fui al cine, y me quedé con un pellizquito dentro que tengo que sacar.
Para la gran mayoría de la población, la película de este mes de Febrero es 50 sombras de Grey, pero entre que no la he visto (todavía) y que me gusta llevar la contraria, yo este mes he elegido otra totalmente distinta y a mi parecer mucho más interesante. Llevo como dos semanas despotricando en las redes sobre 50 sombras de Grey, pero todavía me queda... jajaja! Aunque me lo guardo, porque no estamos libres de que se convierta por azar en la película de Marzo...

Dicho esto, vamos al tema que nos ocupa: La teoría del todo. Una película muy anunciada en las redes y sobre la que ya he leído alguno que otro post para los que no es lo suficientemente buena. "Edulcorada", es una palabra que leí y se me quedó grabada... y cuando vi ayer la película me sorprendió.

Porque no soy de lágrima fácil, y me pasé media película llorando, a ratos, por lo dura que es. Quizás estuviera especialmente sensible por las hormonas, o quizás fue que no paraba de pensar que es una historia real... también conozco cada vez más casos y cosas que te dejan helada, y le encuentro su paralelismo con gente cercana. Pero en mi caso, me faltó azúcar.

También es cierto que yo a Stephen Hawking lo sigo desde hace tiempo, porque en casa hay algún que otro libro suyo y es un personaje que siempre me ha llamado la atención. Desde pequeña. Y, aunque es lógico que no hagan una película acerca de sus teorías sobre el universo para aburrir a las ovejas (a mi me encanta el tema, que conste), no me esperaba que la película tratara de su vida personal.

Y es que la vida es dura, y es injusta, y está llena de sufrimiento, queramos o no. Y hay situaciones que nos pillan por sorpresa, para las que no estamos preparados, pero afrontamos de la mejor manera posible... la pena es que aunque hacemos todo lo que podemos, en ocasiones esto no es suficiente... y una situación injusta genera otra que lo es aún más...

Esta película dio lugar a un debate posterior con el Pequeño: él es más realista y yo soy más mística, por decirlo de alguna forma. Y yo me quedo con el amor tan grande que puede llegar a sentir la gente, tan grande que pienses más en la felicidad del otro que en la tuya propia, tan grande que mucha gente no comprenda lo que haces, tan grande que puedas aprender de él y los sacrificios no parezcan tales.

En fin, no os quiero desvelar cosas de la película a los que no la hayáis visto, porque prefiero que la veáis y me comentéis vosotros qué os ha parecido. Desde mi punto de vista, merece la pena verla.

¿Te animas a verla y compartir tu opinión?

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