viernes, 7 de noviembre de 2014

Granito: Inseguridad

No soy una persona indecisa. Tengo la suerte de que en mi lista de defectos, más o menos extensa, no se encuentra la indecisión. Pienso, sopeso, planteo y decido enseguida. Para cosas materiales e inmateriales, me decido fácilmente. Sé lo que quiero. Pero, por desgracia, muy pocas veces lo valido.

Es algo que puede parecer inconsistente a primera vista... si te decides rápido, ¿por qué después no te sientes conforme con lo que has decidido? Quien me entienda, que me compre...


Creo que el problema está en que no antepongo lo que yo quiero, pienso y siento, frente a lo que esperan y necesitan de mí los demás. Y eso es un pequeño gran problema, por varias razones:
- Sé lo que quieren los demás exactamente? Pocas, muy pocas veces... porque la gente, en el mejor de los casos, deja entrever lo que quiere, pero en pocas ocasiones lo dice directamente. Es mejor reñir después que pedir antes.
- En el caso de que lo sepa, tengo que sí o sí hacer lo que quieren los demás? Seguramente no... pero depende mucho del papel que decidas escoger en tu vida.

Yo antes era Sor Alicia bendita, o lo intentaba. Siempre dispuesta para todos, siempre disponible a todo. Recibiera o no a cambio, se me agradecieran o exigieran las cosas... eso es fácil cuando eres más jovencita y no tienes ni obligaciones ni problemas ni otra cosa que hacer, básicamente.

Gracias a Dios, mi situación actual es bastante estable. No puedo quejarme de problemas ni obligaciones, pues tengo lo justo de lo uno y de lo otro (virgencita, que me quede como estoy), pero sí que mis horarios son complicados para cuadrarse con casi cualquier cosa que alguien me pida. De todas formas, soy de las que piensan que no hace falta tiempo, sino ganas.

He ahí el fondo de la cuestión... tengo ganas? Mi primera respuesta sería que sí, pero como que me chirría... me estaré haciendo mayor? Seré una egoísta? Ains, madre mía, que me voy a quedar solita en el mundo y sin perrito que le ladre...

Y me paro a pensar que a mi alrededor ladra poca gente... y que muchas veces hago el tonto... que espero mucho (demasiado, esto es un error mío) y que me quedo esperando tantas veces... y que qué puñetas, que no soy mala, pero tampoco soy tonta!!

No me quito ese gusanillo que me recorre el estómago cada vez que dejo algo correr, cada vez que comparto la responsabilidad con el resto de personas, cuando digo de dejar de ser SuperAli, cuando no quiero obligaciones... sigo teniendo ese nervio, esa intranquilidad, y hasta lo pago con quien menos debo en muchas ocasiones...

No obstante, prefiero la inseguridad que la infelicidad. Y tú, qué prefieres??

4 comentarios :

  1. Pues yo prefiero ser yo misma, aunque en los demás no tenga el efecto que ellos esperan, prefiero actuar bajo mi criterio siendo yo, porque a la larga, cuando uno deja de ser uno mismo para ser lo que esperan los demas que sea, seguro que trae consecuencias negativas para todos, por eso con mis mas y mis menos pero siempre con la tranquilidad de haber sido una misma. Saludos.

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    1. Si, estoy totalmente de acuerdo. Quizás por eso estoy cambiando, y creo que a mejor. Siempre habrá alguien que no esté de acuerdo... y prefiero que ese alguien no sea yo misma ;) Besotes!

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  2. Yo también suelo ser muy insegura, y a mí me cuesta tomar decisiones, porque analizo todo tanto y lo miro desde muchos puntos de vista, lo cual hace que acabe loca perdida. Pero hasta que no tengo mi decisión no paro, no puedo pasar a otra cosa

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    1. Bueno, si además de indecisa eres constante, una cosa compensa la otra! Sino no te decidirías en la vida!!
      Besotes!

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