Creo en las historias de amor.
No de princesas y caballeros salvadores.
No en el amor de películas de cine.
Creo en el amor cotidiano.
En el cariño, en las atenciones.
En las pequeñas cosas que te hacen sentir afortunada.
En las miradas.
En los abrazos.
En las sonrisas.
En las canciones.
En los silencios.
No todo el mundo tiene la fortuna de vivir este tipo de amores...
Pero también hay suertudos a los que la vida les regala más de uno...
Hoy me disponía a escribir algo triste, pero he leído esto.
Y he recordado que tengo más motivos para reír que para llorar.
espero que no estés triste, y que si lo estabas te hayas animado. a mí tampoco me gustan demasiado las películas románticas, con diálogos pretenciosos. mejor los amores cotidianos, como tú dices.
ResponderEliminarbesos!
Hoy estoy mucho más animada, si, es que he pasado unos días malillos (aunque nada grave, soy yo y mis tonterías) e iba a usar el blog como terapia pero... me gustó esto mucho más.
EliminarUn besote Chema!
Yo soy una romántica empedernida, pero no ñoña. Siempre hago esta aclaración. Mi ex era ñoño hasta la extenuación. Pero nivel "por favor, déjalo ya que me va a dar un coma diabético". Y creo que una cosa no quita para la otra.
ResponderEliminarAfortunado el que pueda vivir un amor verdadero, siempre. Es el sentimiento más puro y bonito que puede experimentar un ser humano.
Un beso
Qué gracioso escribes, hija! Me parto con lo del coma diabético... Yo nunca me he considerado romántica, pero me he dado cuenta de que lo soy. O que el amor me ha vuelto así, quien sabe.
EliminarBesotes!
Yo también creo que tengo muchos más motivos para reír que para llorar. Que hay muchísima más gente que está peor que yo que gente que está mejor. No tendría perdón si me quejara.
ResponderEliminarBesos.
A mi me encanta quejarme de todo en general, es un vicio que tengo. Pero como bien dices, hay que mirar para abajo y darte cuenta de que a veces tendría que sellarme la boca con silicona.
EliminarBesitos!