lunes, 18 de enero de 2016

Historia de un hogar: Emancipación

Todo llega en esta vida y, tras frigoríficos rotos, piernas trombosadas y algún que otro imprevisto... hemos pasado a habitar, más o menos paulatinamente, nuestro nidito de amor.

Soy una tía rara y los cambios, aunque sean positivos, los llevo nada más que regular... por eso, aparte de una alegría inmensa que sí que siento, tengo una mezcla de cosas dentro de mí que me paraliza en parte y me impide gritarle al mundo lo feliz que soy.


Ahora mismo, todo es un poco raro. La mudanza está siendo progresiva... no nos bajamos todo de golpe, con lo cual tengo cosas en mi casa nueva, en casa de mi madre (qué raro que me suena esto!), en el coche, y perdidas en algún lugar que no logro descifrar... esto hace que nuestra vida actual sea un poco caótica y que vayamos vestidos un poco modernos y descoordinados porque llueve y no tengo las botas de agua aquí o el único abrigo que me he bajado no me pegue con nada...

A nivel práctico en casa, cuento con la ventaja de haber estudiado fuera 6 años, aparte de que soy medianamente apañada (besos para mí) y me encanta cocinar. Pese a eso, ahora mismo no calculo tiempos puesto que no entiendo mi lavadora (el otro día estuvo más de 2 horas y media de programa!!), no entiendo mi olla exprés, no sé para qué sirven los 14 programas que tiene mi microondas y un largo etcétera. No obstante, esto le da a la vida un punto divertido... puedo tardar en hacer la comida 10 minutos u hora y media, sorpresa!!

La convivencia está siendo muy buena... no tenía dudas de esto porque nos conocemos ya bastante y el Pequeño es muy apañao. Por ahora nos repartimos el trabajo, e intentamos adaptarnos el uno al otro. Sé que llegará el día en que nos tiremos las almohadas a la cabeza, pero confío en que después podremos volver a hacer la cama sin mayores problemas, jajaja!!

Pero todo tiene su parte chunga... me da penilla que nuestras mamis se queden solitas (ambos tenemos más hermanos, pero somos los últimos en irnos por circunstancias y además los primeros en irnos definitivamente), lo paso fatal cada vez que voy a mi casa porque me da mucha lástima y nos falta un periodo de adaptación a todos para poder ver lo bueno de la buena situación, que es muchísimo, sin amargarnos por lo menos bueno.

Hoy es el blue monday, el lunes más triste del año, y aunque amanece nublado, yo me propongo llevar la contraria y que sea el inicio de una gran semana!! Más organizada, más rutinaria (ains, lo que necesito yo de la rutina) y menos de buscarle tres pies al gato. Ale, me voy a hacer mi sopa de verduras, que se me echa el tiempo encima, jajaja!

6 comentarios :

  1. Enhorabuena por tu emancipación, irás a casa de tu madre día sí día también, primero porque no encuentras el chisme, luego para que te cuente cómo se hacen las lentejas, luego ya simplemente a tomar el café y eso sí, la llamada diaria que no falte jajajajajaa y eso te lo dice alguien que lleva 25 años fuera de casa
    Besines y enhorabuena por ese nuevo hogar

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    1. Eso dice todo el mundo, y la verdad es que hablo más estos días con mi madre que cuando vivíamos juntas... yo se lo dije, que creo que vamos a transformar la cantidad en calidad de nuestro tiempo juntas, así que saldremos ganando!
      Un besote!!

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  2. los cambios son difíciles y dan un poco de vértigo al principio. pero se te ve una chica valiente y decidida, y seguro que te va genial en esta nueva etapa.
    por cierto, ayer termminé de leer el libro de los amarillos de albert espinosa que me regalaste, y me encantó. además ese chico es ingeniero industrial como yo, incluso en ese aspecto acertaste!
    besos

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    1. Jo, qué alegría que te haya gustado. Es difícil acertar cuando no conocer a la gente... pero me alegra que mis investigaciones dieran buen fruto, jajaja!
      Un besote!

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  3. Yo recuerdo cuando me cambié de ciudad fue un caos.
    Un beso

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    1. Cambios, cambios que me cuestan bastante... lo pasé mal cuando me fui a Granada, y también cuando regresé, jajaja!
      Besotes!

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